Migrando de Fuji APS-C a Formato Medio
En mis artículos anteriores te conté que la migración a formato medio no fue fácil. Fue un proceso de aprendizaje gradual, con mucha prueba y error.
Al momento de comprar mi primera Fuji GFX llevaba varios años trabajando con la línea de cámaras X de Fujifilm. Mi primera Fuji fue una XT3, que rápidamente complementé con una XT30 como segunda cámara. Con el tiempo las fui reemplazando y pasé por XH1, XT4, XT5, X100V y XH2S. Estas dos últimas las "heredó" mi compañera, que poco a poco se ha ido enamorando de Fujifilm (aunque todavía sigue fiel a Canon).
Uno de mis mayores errores fue tratar de aplicar la misma forma de trabajo que tenía con mis cámaras APS-C.
La migración no es "uno a uno"
Mi primera (y muy ingenua) intención fue replicar en formato medio los lentes que usaba con mi XT5. "Así será más fácil la migración" pensé y por lo tanto mis primeros lentes fueron el GF45mm f/2.8, equivalente a 23mm en APS-C, y el GF 100-200 f/5.6, que era el rango focal más parecido a mi maravilloso XF50-140 f/2.8 ya que es equivalente a un 50-100mm aproximadamente.
El GF45mm resultó ser maravilloso. Lo conservo hasta el día de hoy y solo pasó a segundo plano después de comprar el GF55mm f/1.7, del que hablaré en una futura publicación.
Pero el GF100-200 fue un error. Nunca me acostumbré a él. Era una experiencia totalmente distinta al 50-140. Intenté de buena fe sentirme cómodo con él pero fue imposible.
Me era mucho más fácil usar el 45mm y luego aplicar un recorte. Y nunca me convenció su apertura f/5.6.
Al poco tiempo lo vendí y lo reemplacé por el GF110mm f/2, que resultó ser el compañero ideal del GF45mm. Con el GF110mm reemplazaba completamente al 100-200, ganando en tamaño y calidad de imagen. Y un desenfoque maravilloso en el fondo, ideal para retratos de novios.
Así fue que me quedé solo con lentes fijos en mi equipo de formato medio, una decisión de la que hasta el día de hoy no me arrepiento. En futuros post hablaré exhaustivamente de mi experiencia trabajando solo con focales fijas en todo tipo de situaciones: deportes, bodas, presentaciones artísticas, vida salvaje, aves en vuelo, macro, etc, etc.
Los diales
Una de las cosas que no me gustaba cuando estaba evaluando la compra de la GFX era que iba a perder los diales de la línea XT.
Me encantaba tener "control total" sin necesidad de encender la cámara y creía que no tener esos diales en la GFX iba a ser una molestia, pero la verdad es que rápidamente me acostumbré.
Ayudó mucho el que todos los lentes GF que utilizo tienen anillo de apertura, pero lo que más me convenció fue la facilidad de utilizar las configuraciones de usuario, C1 a C6, que puedo seleccionar rápidamente con el dial PSAM. En las cámaras X también las usaba pero la selección es más engorrosa.
Hoy utilizo intensivamente las configuraciones de usuario. Tengo una para fotografía con flash, otra para fotos con prioridad a la apertura, otra para fotografías en blanco y negro con formato cuadrado, tratando de desarrollar un ojo fotográfico como el de Adrian Vila - aows, otra para fotos en formato 65x24 que utilizo en mi proyecto "Pano. El mundo en 65x24".
Cambio de velocidad
Debo reconocer que superé rápidamente lo de los diales y los lentes, pero el tema de la velocidad fue todo un desafío. Y no me refiero solamente a que la ráfaga de una XT5 es 4 ó 5 veces más rápida que en la GFX100S. Es mucho más que eso.
Todo es más lento.
La grabación de cada fotografía en la memoria SD es más lenta. La descarga de las fotos al computador es más lenta. La importación de las fotos a CaptureOne o Lightroom es más lenta. El proceso de revelado digital es más lento.
Y eso, sumado a que la GFX con su enorme resolución y calidad de imagen, acusaba todos mis errores, me forzó a comenzar a hacer menos fotos y planificarlas mejor.
Al poco andar me di cuenta de que con ese cambio de ritmo ganaba mucho. Al estar obligado a pensar bien las fotos antes de hacerlas, me quedaban mucho mejor. Y además ahorraba tiempo en el revelado ya que trabajaba con menos material y de más calidad.
De todas maneras no me convencía totalmente y estaba preocupado por las fotografías de vida salvaje que iba a tomar en Tanzania a comienzos del 2023 y las fotos de los Juegos Panamericanos y Para-Panamericanos que iba a hacer a fines de ese mismo año, como fotógrafo acreditado, parte de un grupo de fotógrafos del Club de Fotografía.
En ambas ocasiones fui equipado con la XT5 y la GFX100S. Mi idea era tomar la mayoría de las fotos con la XT5 y hacer algunas pruebas con la GFX.
Para ese entonces había agregado el GF250mm f/4 a mis lentes de formato medio así que la combinación fue: XT5+XF50-140+TC 1.4x y GFX100S+GF250mm. A Tanzania llevé también el GF45mm para paisajes.
Para mi sorpresa, en ambos casos bastó con las primeras pruebas para dejar la XT5 en la mochila y usar solamente la GFX.
Pre-enfoque, recuperación de sombras y recorte
Mi primera intención en los Panamericanos era disparar en ráfaga para asegurar la captura de momentos claves. Iba a disparar en velocidades altas, típicamente 1/2000 y diafragma muy abierto en los deportes bajo techo donde la iluminación era muy débil y el uso de flash no era posible.
El primer día me di cuenta que mi estrategia no era viable. Terminé con casi 2.000 fotos que debía procesar esa misma noche porque al día siguiente teníamos que estar muy temprano fotografiando nuevamente. Así que decidí jugármela con la GFX100S y el GF250mm f/4 y llevar la XT5 solo como respaldo.
¡Y todo cambió! Con la GFX hacía mucho menos fotos y los resultados eran excelentes.
En lugar de ráfaga utilicé la técnica de preenfocar el plano en que iba a ocurrir la acción y esperar el instante preciso para disparar sin tener que volver a enfocar. Para esto, el modo de enfoque AF+MF de las Fuji es ideal.
En los deportes rápidos bajo techo (karate, judo, taekwondo, etc.) no me importó que las fotos quedaran oscuras debido a la velocidad de obturación entre 1/2000 y 1/4000, porque la capacidad de recuperación de sombras de la GFX es maravillosa. En Capture One puedo subir la exposición hasta 3 ó 4 pasos sin perder calidad de imagen.
La falta de zoom, ya que usé solamente lentes fijos: GF110 mm y GF250 mm, la resolví con recortes de hasta 1/4 ó 1/5 del tamaño original, lo que resulta en fotos de 20 ó 25 Megapixeles, una resolución más que suficiente.
¿Cómo sigue la historia?
Los Panamericanos marcaron un antes y un después para mi forma de trabajo. A partir de ese momento la GFX pasó a ser mi equipo principal y la XT5 la llevaba solo de respaldo.
Comencé a sacar cada vez más provecho de las capacidades del Formato Medio hasta que a fines del 2024 di el salto definitivo y reemplacé la XT5 por una GFX100S mark 2. También sumé el GF55mm 1.7 a mi batería de lentes agregando así una herramienta potentísima a mi equipo. Voy a dedicar una artículo completo a ese lente más adelante en este blog.
Permanece atento y escribe tus consultas y comentarios, así podré ayudarte mejor.
Un abrazo,